martes, 19 de febrero de 2008

Crónica del concierto de Ismael en Noblejas


Concierto de Ismael Serrano, 16 de febrero de 2008. Noblejas, Toledo





Se hace difícil empezar esta crónica porque soy consciente de que, por mucho que os describa todo, habría que vivir lo que nosotros vivimos para poder saber lo que sentimos aquel gélido sábado por tierras manchegas.

Todo empezó un buen día de enero, pasados ya dos conciertos de esta gira, que se me ocurrió exteriorizar lo increíble que sería volver a Ismael en un teatro pequeñito, de manera más íntima, como hace muchos años. Pues dicho y hecho. Al día siguiente tenía a Carlos investigando en los próximos conciertos, a ver si por casualidad Isma tendría en su agenda algún concierto de esas características… Y bingo! Noblejas, Toledo, 16 de febrero. Y ahí que se puso a conseguir teléfonos como fuera, porque claro, nos íbamos a pegar más de cuatrocientos Km, y teníamos que conseguir primera fila (sigo con mi teoría que un concierto desde primera es otro mundo). Bien, pues llamadas al ayuntamiento del pueblo, en busca del número de la asociación. Tras insistir un poco, nos lo dieron, y conseguimos contactar con Mercedes, una chica majísima y súper amable. Nos dijo que ese día se pondrían a la venta las entradas en la asociación, y claro… flipó un poco cuando le dijimos que iríamos desde Granada expresamente al concierto. Así que tras pensarlo un poco, accedió a reservárnoslas con el DNI y el nombre. Mientras, mensajes a las niñas, que era una oportunidad única y esto había que compartirlo. Pilu ni lo dudó, me llamó en seguida: “me apunto”; Bea, pese a que le pillaba más cerca que al resto, no podía acompañarnos por cuestiones propias. Así que al final seríamos tres. Primer objetivo conseguido: ya teníamos reservados nuestros asientos en primera fila, y centraditos. Estaba ilusionadísima, pese a alguna noticia que leí en el foro sobre una reserva anterior –errónea- de las tres primeras filas para los “influyentes” del pueblo. Al final todo aclarado.

Durante las semanas que faltaban fuimos organizando cómo ir, dónde juntarnos, dónde íbamos a dormir…”nena, ¿nos llevamos las tricolores? A ver si nos van a echar del pueblo, o algo, jajaja”, “Llévate la carátula, que verás si se te olvida con los nervios”. Y así llegó el gran día: 16 F. Como siempre, madrugón, y eso que odio madrugar, pero éste era un buen motivo para hacerlo. Teníamos que estar en Ciudad Real sobre las 11.30 para recoger a la “señorita AVE”; y bueno, nos retrasamos un poco, nos perdimos otro poco… pero llegamos. Y allí estaba ella esperando, con una sonrisa enorme, jeje! Abrazos rompe-costillas, la emoción que salía a borbotones por los poros, “que esta es la nuestra, nena. Que después de diez años –y más- a ti te toca conseguir tu foto con él, y a mí renovarla, que desde el 2000 mira si ha llovido”. Y mis certezas, que terminan por no fallarme nunca… que llevaba días nerviosa, que sabía que le íbamos a ver, lo sentía así.
Un cigarrito amenizado con política, “que.. cómo lo hacemos, votamos, con el corazón, o con el corporativismo de izquierdas…”, “mira que cara tiene Rajoy de cura pederasta”, y risas, y más risas. Y tomamos rumbo a Ocaña, con el “Sueños de..” sonando y nosotras coreando, y con algo de temor en el cuerpo de que el hostal fuera un nidito de chinches, jejej! (era el único sitio cercano que nos daba alojamiento, por allí se estila mucho cerrar hoteles para despedidas de soltero, al parecer..)
Por fin llegamos, y el hotelito resultó mejor de lo que esperaba (suspiro de alivio..) Tanto fue así que decidimos compartir habitación, los tres! Qué show…
Comimos allí mismo, y a descansar y planear un poco la tarde en la habitación. Llamada a Mercedes, preguntas e invitaciones a cervezas, concertación de horas de llegada y apertura de taquilla, el morro de Carlos… Un sol de mujer, ya os lo dije. Sobre las 17:30 nos encaminamos a Noblejas, que hay que ir con tiempo. Allí nos encontramos con un “lugareño ofrece quesos”, amigo de Pilu, jajaja! Y a buscar el teatro, sin pérdida alguna. Allí nos plantamos los cuatro, a montar guardia. La primera en aparecer fue Mercedes, con el nervio en el cuerpo –normal, es muy profesional-. La reconocí en seguida, y nos saludamos amistosamente. Nos preguntó por el viaje, si teníamos alojamiento… menuda bienvenida, jeje! Se disculpó porque tenía que entrar a prepararlo todo, y nosotros nos quedamos fuera, esperando a Ismael. Hicimos tiempo haciéndonos fotos, que había que probar la cámara nueva, resguardándonos del frío como podíamos y charlando. Y cada vez más nerviosas… “Que le vamos a ver, que esta vez sí!”.


Y por fin apareció la furgoneta, con Bergia de copiloto. Y ahí ya éramos puro nervio. Bajaron Fredy y Bergia, y nos quedamos inmovilizadas, la verdad. Aunque parezca mentira –porque estábamos esperando por un motivo concreto- me da mucho corte y me fastidia incordiar, era lo que menos quería. Pero ahí va Carlos, que se lanza a saludar a Fredy, y a explicarle que habíamos venido de muy lejos para verles. Y Bergia que se arrima, y por fin me lanzo yo también a acercarme y saludarles; y Pilu. No sé si se notó, pero les admiro a ambos, muchísimo. Lo primero que hice fue pedirles disculpas por la intromisión, les di la mano a ambos (darle dos besos me pareció pasarme, qué tontería, jaja). Les comenté que estaba encantada de poder saludarles, después de muchos años de conocerles. Y se alegraron más de lo que esperaba. Supongo que a estas alturas están acostumbrados a lidiar con muchas fans de Ismael, y les esperaba más… recelosos. Pero accedieron gustosamente a fotografiarse con nosotros y, sinceramente, se me quitó del todo esa idea estúpida de que Marugán parece bastante “seco”; al contrario, me sorprendió gratamente que fuera tan majo.
Y mientras, Ismael salió de la furgoneta, Pilu le vio y me dijo: “nena, está ahí, le estoy viendo”. Y era para verle la cara a Pilu… indescriptible la emoción. Isma andaba charlando con sus compañeros y un chico de la asociación que organizaba, y esperamos a que terminaran. Carlos ya iba para él, pero una chica le advirtió: “esperaros un momento ahí”, y se frenó en seco, jaja. Nosotros, obedientes, por supuesto. Al momento se acerca Ismael, Carlos es el primero en saludarle, y ya le comenta que ese par de estatuas incapaces de articular palabra –nosotras- hemos venido desde Granada y Huelva para poder verle. Y él que suelta un: “¿en serio”? Y bueno, ya se rompe el hielo, me acerco con una sonrisa que, por no caberme en la cara, se me trasladó a la mirada, y le corroboro lo que Carlos le comentaba. También le digo que somos asiduas del libro, y un poco del foro, que somos Lunazul y Pilu, y nos dice: “ah, qué bien”. Nos damos dos besos, Pilu le saluda también… y Carlos comienza a hablarle de aquellos tiempos cuando él tocaba en pequeños garitos de Salamanca. Se le ilumina la cara al escuchar eso, puedo ver la felicidad en sus ojos. Carlos prosigue con que le perdió la pista cuando terminó de estudiar, y ahí que salto yo: “pero ya me encargué yo de que la retomara!”, y risas de todos. Y un “coño, qué frío hace aquí, ¿no? Desde cuándo lleváis esperando?” “Pues… desde hace una hora y algo”, y aduce: “Joder, estáis locos, con el frío que hace”, y no recuerdo si se lo dije o no, pero “es que la ocasión lo merece, Ismael”. Proseguimos Pilu y yo comentándole mientras nos firma que le seguimos desde siempre, diez años y más, y que yo le había visto en una firma de discos en Granada, allá por el 2000, y ella ni había podido cruzar dos palabras con él en todo este tiempo; así que ya era hora de poder al menos agradecerle de viva voz tantos años de emociones, sueños y música… y de poder renovar mi foto, leche, jeje! Le comento que olvidé mi regalo, unos tirantes negros con estrellas rojas, y una copia de esa foto antigua. Él sonríe como diciendo: “no pasa nada, mujer”. También le digo que el último trabajo es una gozada, y le pido por favor que incluya “testamento vital” y “te conocí” en el repertorio, y me dice: “Mira, justamente ayer la tocamos” (pero claro, ayer no estaba yo, Isma, jodío, jejej) Nos hacemos unas fotos, juntos y por separado, y ya le decimos que no se entretenga más, que no queremos molestarles, que trataremos de verle en Aracena (ojalá..) Nos agradece que estemos allí, y le decimos que los que tenemos que agradecer somos nosotros, por ser así de cercano, de atento, de genial. Se dirigen hacia la puerta de entrada, y una rectificación a tiempo: “Ismael, vosotros entráis por esta puerta”. Se ríe, y Pilu suelta: “si parecemos nosotras las guías del concierto”, jajaja! La verdad es que estábamos mejor informadas que nadie, jeje! Por fin entran, y yo me quedo con las ganas de ver la prueba de sonido. Éramos cuatro personas, pero ni por asomo pretendía abusar. El tiempo que nos dedicó me pareció más que suficiente: le habíamos visto, le dije algunas de las cosas que quería decirle (no todas, los traicioneros nervios..), renové mi vieja foto con él, Pilu pudo cumplir uno de sus sueños, y yo estaba allí a su lado, compartiendo todo, compartiendo tanto. “Esto es un casi… “ya me puedo morir tranquila”, jejeje!
En seguida nos acordamos de gente, y llamadas al móvil… “Nenas, que le hemos visto!”, y alguna casi se muere de la rabia por no poder estar allí, pero se alegra infinitamente por nosotras, lo sé. Y sí, también sé que esto suena a “fan loca total”, pero no creo que lo seamos. Son muchos años de seguirle y, en realidad, aunque él no nos conociera de nada, para nosotras es como alguien de la familia. Es extraño, pero verídico (sé que la mayoría lo sentís igual). Además, muchos de nosotros nos hemos conocido y somos amigos precisamente por tener su música de vínculo común.

Recogemos las entradas, pequeño susto porque no encuentran la reserva (…) pero al fin aparecen. “Primera fila!”, exclama el hombre que nos las da. Y yo le digo: “hombre, qué menos, si llamamos los primeros, jeje, que venimos de muy lejos”.
Volvemos al hotel, ya con menos nervios, que hay que ducharse y ponernos guapos. Comentamos un poco el encuentro con Ismael y Cía., recordamos de pronto lo que se nos olvidó decirle (saludos para tu padre, a ver si lees las crónicas, que las colgaremos en el libro..) Y de nuevo, vuelta a Noblejas, con las tricolores en el bolso. “Si vemos que el ambiente lo permite, las sacamos”.
Llegamos al teatro y entramos: es un sitio pequeñito, muy nuevo y con encanto, jeje. Calculo que allí no estaríamos más de trescientas personas.. “Nos espera un concierto en familia, genial!”. Nos dirigimos a nuestros asientos y… horror: nuestros sitios están cogidos! Compruebo los números, son los de nuestras entradas; y el chico que saca también las suyas, y dice “pues tenemos un problema”, porque eran los mismos números. Antes de echarnos las manos a la cabeza, ya estaba allí Mercedes preguntando si todo estaba bien. Coge las entradas del chico, y le indica: “las vuestras son primera fila, pero del lateral”. Las caras de decepción fueron.. buf. Les dije que lo sentía mucho, pero es que esos eran nuestros sitios, así que tuvieron que levantarse e irse a los suyos. Por fin nos acomodamos, Carlos fue a la barra de fuera (montaron una con comida y bebida para sacar dinero para las fiestas) y nos trajo agua, que seguro que la emoción se nos anudaba esa noche más que nunca al cuello. Efectivamente, y no imaginaba cuánto.

Sobre las 21: 05 comenzó el concierto. Manos que se unen, miradas y sonrisas de complicidad, y ahí vamos, que comienza el vuelo colectivo. El orden y repertorio de las canciones al principio es más o menos el mismo de otros conciertos, así que comienza con “Somos”, y… “vamos chicos, esas palmas!!”, jaja! Esta noche toca disfrutar como nunca, y hacerles disfrutar a ellos, porque se lo merecen. En la intro de la segunda, “Canción para un viejo amigo”, Ismael hizo referencia a esa gente que le constaba que le seguían desde siempre, y quería dedicarles esa canción a los viejos amigos.., y amigas, - con mirada cómplice incluida para nosotras- que le acompañaban desde hacía diez años o más. Se nos paró el pulso a las dos –a los tres, mejor dicho-. “¿Ha hecho lo que creo que acaba de hacer? ¿Nos está dedicando la canción?”. Los tres agarrados de las manos, flipando por el detallazo, sabiendo que estaba haciendo referencia a lo que habíamos hablado con él esa misma tarde. De hecho, hubo muchos otros momentos de miradas, sonrisas y gestos cómplices con nosotros, y ese “colegueo” fue alucinante. Cuando se cruzaban nuestras miradas se me encogía tanto el corazón que hasta me olvidaba de la letra. Fredy también tuvo miradas y sonrisas para nosotros, y Bergia hizo alguna referencia a “sus ayudantes” cuando Isma le dijo que si tenía apuntadores, jeje! (Si es que le gusta mucho tomar el sol, jajajaja)
No cabíamos en sí de la felicidad tan grande que sentíamos, me resulta hasta difícil describir las sensaciones de aquellos momentos. Lo más hermoso es que se le veía súper cómodo encima del escenario, que le noté feliz, alegre y contento. Comentó que veía a la gente receptiva, y se le nota mucho cuando, efectivamente, el público colabora.
El cachondeo con Bergia fue delirante, me reí de lo lindo con sus ocurrencias, -esas gaviotas con vuelo rasante, jejej- y los nuevos chismes que rondan por Peumayén. Del “Sueños..” cantó las que suele tocar, y me volví a quedar con las ganas de escuchar “Testamento vital”. Eso sí, menudos regalazos a cambio: “Kilómetro 0”, “Si Peter Pan viniera”, “Amo tanto la vida”, “Caperucita”, “Recuerdo”, “Eres”, “Papá, cuéntame otra vez”, “Ya nada es lo que era”, “Sucede que a veces”, “Tantas cosas”, “Vine del norte”, “ La extraña pareja”…. Si llega a incluir “No estarás sola”, “Jóvenes y hermosos” y “Tierna y dulce historia de amor” ya… para morirse del gusto, buff! Pero, como siempre, es imposible que cante todas las que me encantan, son demasiadas, jeje!
Hubo varios bises, y en el segundo nosotras colocamos nuestras tricolores –que se pegaron casi todo el concierto en nuestras rodillas- en la vaya de separación con el foso. Cuando cantó “Papá, cuéntame otra vez” para supuestamente finalizar y nos pusimos de pie, Carlos me dijo: “venga, tirásela.., qué mejor regalo”. Y, ni corta ni perezosa, la hice una bola, busqué la mirada de Ismael para advertirle de que se la tiraría al escenario, y lo hice! Pilu hizo lo mismo con la suya, así que Isma se adelantó unos pasos, se agachó y las recogió. Antes de irse, nos sonrió e hizo su ya conocida especie de reverencia con la cabeza, agradeciéndonos el detalle. Y cuando, reclamado por el “otra, otra!!” volvió a salir, nos lo volvió a agradecer. Le tengo muchísimo cariño a esa tricolor, es la primera –y hasta ahora, única- que he tenido. Llegamos a pensar que, terminado el concierto, alguien saldría a devolvérnoslas, como ha pasado alguna vez con otros objetos que le han regalado; pero no, se las quedó, las dos… y eso nos hizo muy felices. Espero que las conserve por mucho tiempo.

Una vez terminado el concierto, un grupito de gente nos quedamos dentro a esperarle, y otro se fue a la salida. No tardó ni media hora en aparecer, y la gente se arremolinó en torno a él para que les firmase y poder hacerle fotos. Nosotros tres nos quedamos en un lateral a parte, queríamos agradecerle ese concierto que no olvidaremos nunca, así que esperamos unos minutos. Pero después de ver que una chica llevaba en su mano toda la discografía para que se la firmase (…) y temiendo que se agobiara y se fuera, nos acercamos un poco por un lado, y Carlos le tocó por la espalda: cuando miró y nos vio a los tres allí, sonrió y no dudó en atendernos. Le dijimos que ya nos íbamos, que sólo queríamos agradecerle el concierto tan espectacular que nos había regalado. Así que se giró del todo y vino hacia nosotras, que estábamos algo más atrás. Nos preguntó qué tal lo habíamos pasado, nos agradeció la asistencia y… volvimos a flipar. Esa amabilidad, ese detalle de dejar lo que estaba haciendo para interesarse por cómo lo habíamos pasado, esa cercanía al despedirnos… es que no tengo palabras, de verdad. Mi séptimo concierto, el más grande de todos… Es que el 7 es especial :)

Él volvió a las firmas y fotos, y nosotros nos acercamos a la barra para comprar unos bocatas y despedirnos de Mercedes. Ella también nos preguntó cómo lo habíamos pasado, y nos regaló unos posters. Fue amabilísima; desde el primer momento que nos pusimos en contacto lo fue, de hecho. Y se lo agradecimos de corazón. Encontrarse a gente así por la vida es muy hermoso.
Salimos del teatro flotando en una nube, y esa emoción había que regarla con cerveza, mientras intercambiábamos impresiones. Después, para el hotel, que el cansancio hacía de las suyas, y al día siguiente nos esperaba Aranjuez –de pasada, menudo frío- y Toledo.

Me resulta difícil no cerrar los ojos y recordar los momentos de aquel día. Me resulta imposible no recordar tu mirada, Ismael.., no en vano estaba tan cerquita de ti; y es que un concierto no se vive igual desde las primeras filas que desde las últimas, porque nos perdemos sonrisas y expresiones que son todo un universo de emociones, hablando por sí solas de ese otro mundo posible, de tus ganas por seguir haciendo esto con lo que tanto disfrutas y nos haces disfrutar.
Apenas he mirado las fotos y los vídeos, pero no me hace falta.. lo tengo todo acumulado, retina de memorias y recuerdos que irán siempre conmigo.
Volvería a recorrerme los km. que hiciesen falta para disfrutar de momentos así, como los de aquel día, como los de aquel finde impresionante que no olvidaré. Cómo olvidar una emoción así… La sonrisa permanecerá.

Bueno, igual no queda tanto para una cuarta huida… Habrá que plantarse en Aracena, ¿no? Jejeje!


12 comentarios:

Lucia_del_Mar dijo...

Antes de todo te cuento q en mi vida habia tardado tanto el leer una crónica de concierto jejeje

Me has hecho emocionar Lunazul con tu relato, y es q me imaginé cada momento, cada beso, cada apreton de manos, cada sonrisa tanto de uds como de Ismael.

Me alegra saber q has cumplido tu sueño, porq como te escribí en el libro el otro dia, la gente fiel a Ismael se merece todas sus amabilidades y tu eres una de esas personas.

Desde el 2003 q comenzé a ser parte de la web del Isma he conocido a grandes personas, amigos q ya casi son mis hermanos..y eso mi niña, no tiene precio..no hay palabras para agradecer.

un abrazo y felicidades nuevamente
saludos a Carlos y Pilu.

Lunazul dijo...

Yo empecé en su página a principios de 2005, ya han pasado tres años, cómo vuela el tiempo!

Pero seguirle, le sigo desde finales del año 97, cuando mi hermano trajo un cd de un cantautor desconocido que había escuchado una noche en la Universidad de Jaén. Y, ya ves, hasta el día de hoy hago lo posible por verle en todos los conciertos que puedo.

Éste, sin duda, no lo podré olvidar, aunque vengan más encuentros y saludos. Fue muy mágico.. :)

Un abrazo, Paula :)

Anónimo dijo...

Primero decirte que creo que es la cronica más larga que he leido jamás... de un concierto me refiero... a lo que añado que también la que más me ha emocionado...

La lágrimilla se me escapó porque yo deseaba estar en ese concierto... y al leerte de alguna forma me has transportado allí... lo he vivido casi en tiempo real... se me han herizado los pelos de to el cuerpo!!!

Hace más de 10 años que soy adicta a Isma... un día casual compré un cd suyo por error y... ¡¡mágico!! no pude resistir comprarme todos los demás, asta que hace dos años fuí a un concierto y me volvió loca de remate...

Este año he intentado ir al primero de Madrid pero llegué tarde a por las entradas, al de alcobendas... con entradas compradas dos meses antes no pude ir por problemas laborales... y finalmente a noblejas me fué imposible por cosillas familiares...

¡¡que tristeza!! Isma en concierto emociona el doble, el tripe o más... y la verdá que leer tu crónica... ¡¡nena!! gracias, millones de gracias porque de alguna manera me ha hecho estar allí.

Espero poder algún día contaros que he podido ir al concierto y si consigo esa ansiada foto junto a él... me moriré asique le diré a alguien que lo cuente por mí...

De nuevo gracias.

Lunazul dijo...

Mil disculpas por la extensión, chic@s. Pero esta maxi-crónica del concierto -momentos pre- y post- incluidos- quería escribirla así para poder leerla siempre, y recordar cada momento.

Fátima, y tú me has emocionado a mí con esa ilusión tan grande, amiga. Ojalá algún día, muy pronto, puedas vivir tú también algo así, te lo deseo de corazón :)

Un abrazo enorme :)

CARMEN dijo...

Me alegro muchisimo, de que disfrutarais tanto de ese concierto y fuera tan especial para vosotras.
Pepe y yo tambien lo seguimos desde sus comienzos, y siempre ha salido y se ha hecho fotos con todos los que esperabamos.
Un cielo de persona.
Tenemos todos sus CDS firmados y cinco fotos con él, je je je je je.
Al principio actuaba en los auditorios de los pueblos cercanos a Valencia, luego ya en el Teatro Olimpia de la ciudad y por fin en el Palacios de Congresos.
Siempre salía con la mejor de sus sonrisas y esa dulzura tan suya y sobretodo con tanta paciencia; un encantito de persona.
Pero los mejores recuerdos los guardo de la FNAC, por lo pequeñito del recinto y lo familiar que se hace el encuentro con él.
EL de la FNAC de este año es el que guardo con más cariño.
En Peñiscola no sólo estuvimos con él tambien con Fredy y Javier, fué todo un lujo con firmas incluidas.
Bueno nenita ya sólo nos queda el recuerdo de esos buenos ratos y esperar la próxima huida.
Besitos.

Azul dijo...

Vale, ahora ya podemos decir y gritar, que yo, soy la unica que no le conoce...

A que os caigo bien???...

En fin...

Que me alegro, lo sabeis... y mucho... aunque yo no estuviera... y, he de decir, sin miedo a equivocarme, que me comen las pelusas... pero... increible, eh?...

Jajajaja

Besossssssssssssss

Lunazul dijo...

Carmen, lo tuyo... no tiene nombre, jajaj! Eso es suerte, nena, SUERTE!

Yo he tratado de verle en todos los conciertos, menos en los dos últimos (Madrid, porque teníamos prisa; y Granada, porque hacía frío y pasé de esperar..) Y nada, oye, que en estos diez años le he visto una vez, en una firma de discos.

Y tú y Pepe.... joder, tenéis enchufe! jajaja! Y yo que me alegro :)

Un abrazo grandee, y besitos*** :)


*Nena, lo tuyo no tiene nombre, así que si te pica, te rascas, jejej! Que no será que no te lo dije veces, que estabas a 60 Km, que podías haber bajado aunque no entraras al concierto... y nada, que no! Ves como tienes que hacerme caso? Si es que.. ainss, qué voy a hacer contigo!

Un abrazo, pelusienta :P

CARMEN dijo...

Más que suerte, yo creo que cuando comenzaba, a él también le gustaba salir, hablar, firmar y hacerse fotos. No tardaba tanto como ahora y lo hacía siempre por la puerta principal. Ahora ya es distinto, en el Palacio de Congresos sólo firma a conocidos y si alguno espera mucho, pero mucho.En los auditorios pequeños es donde no tarda tanto y puedes esperalo.
Si nos vemos ya te cuento, he llegado a verlo hasta en la estación del Norte de trenes de Valencia. Tambien fué un encuentro muy bonito porque se terminaba de morir mi madre, y lo cierto es que
fué como una bocanada de aire fresco en esos momentos.
Haber si cierra gira en Madrid y quedamos todos allí, para verlo y pasar el fin de semana. Estaría bién.
Besitos

Anónimo dijo...

Si, si, si, si...jajjajajaaj. Si este verano actua en Madrid, la montamos.... Ya podemos estar pendientes, que a esa me apunto y de paso nos corremos una juerga que hace años que no recorro Madrid la nuit..jajajaja y por supuesto nos conocemos de una vez, en carne y hueso..jajaaj/
Es un trato nenas...
Besitos.

Anónimo dijo...

Mariquilla, eres tú?

Creo reconocerte por tu risa, jajaja!

Pues sí, yo estoy de acuerdo. Tenemos un trato, eh? ;)

Besos, nenas*** bza

Alicia dijo...

Gracias por esta crónica. Llego tarde... a mi también me emocionan los conciertos de isma, y su amabilidad. Un abrazo

Yiya dijo...

Increíble historia, es como si hubiese estado allí, soy de Chile y sólo puedo decirte que Ismael es parte de mi vida, sus canciones me hacen vibrar de una manera... su voz y sus palabras llegan tan dentro que no saldrán jamás. Que rico poder verle y mirarlo más de cerca. Saludos chilenos.

Cecilia