miércoles, 5 de noviembre de 2008

Un sueño compartido

Discurso durante la Marcha a Washington por Trabajos y por la Libertad, 28 Agosto 1963 Washington, D.C.



"Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy día en esta que será, en la historia, la más grande demostración para la libertad en la historia de nuestro País.

Hace cien años, un gran Americano, en cuya simbólica sombra estamos hoy parados, firmó la Proclamación de la Emancipación. Este trascendental decreto vino como un gran rayo de luz de esperanza para millones de esclavos Negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Vino como un lindo amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero cien años después, el Negro aún no es libre; cien años después, la vida del Negro aún es tristemente lisiada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el Negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el Negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad Americana y se encuentra desterrado en su propia tierra.

(...)

1963 no es el fin, si no el principio. Y los que pensaban que el Negro necesitaba desahogarse para sentirse contento, tendrán un rudo despertar si el País regresa al mismo oficio. No habrá ni descanso ni tranquilidad en América hasta que al Negro se le garantice sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán a sacudir las bases de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.
(...)

Entonces les digo a ustedes, mis amigos, que aunque nosotros enfrentemos las dificultades de hoy y de mañana, aún yo tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño Americano, que un día esta nación surgirá y vivirá verdaderamente de su credo, “nosotros mantenemos estos derechos patentes, que todo hombre es creado igual.” Yo tengo un sueño que ese día en las tierras rojas de Georgia, hijos de esclavos anteriores e hijos de dueños de esclavos anteriores se podrán sentar juntos a la mesa de la hermandad. Yo tengo un sueño que un día aún el estado de Mississippi, un estado ardiente por e1 calor de justicia, ardiente por el calor de la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia. Yo tengo un sueño que mis cuatro pequeños hijos algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de la piel, sino por el contenido de sus carácteres.

Hoy yo tengo un sueño!
Yo tengo un sueño que un día en Alabama, con sus racistas viciosos, con su Governador con sus labios goteando palabras de interposición y nulificación, un día allí en Alabama los pequeños negros, niños y niñas, podrán unir las manos con pequeños blancos, niños y niñas, como hermanos y hermanas.

Hoy yo tengo un sueño!
Yo tengo un sueño que algun día cada valle será elevado, y cada colina y montaña serán hechas llanas. Los lugares más ásperos serán aplanados y los lugares torcidos serán hechos rectos, “y la gloria de Dios será revelada y todo género humano se verá junto.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fé con la cual yo regreso al Sur. Con esta fé podremos labrar de la montaña de la desesperación, una piedra de esperanza. Con esta fé podremos transformar el sonido discordante de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fé podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, pararse juntos por la libertad, sabiendo que algún día seremos libres, y este es el día. Este será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar con nuevos sentidos “Mi País es de ti, dulce tierra de libertad a ti yo canto. Tierra donde mi padre murió, tierra del orgullo de los peregrinos, de cada lado de la montaña, dejemos resonar la libertad.” Y si América va a ser una grande nación, ésto tendrá que hacerse realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde la cima de los montes prodigiosos de New Hampshire; dejen resonar la libertad desde las poderosas montañas de New York; dejen resonar la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pennsylvania; dejen resonar la libertad desde las rocas cubiertas de nieve de Colorado; dejen resonar la libertad desde las curvosas cuestas de California. Pero no sólo ésto. Dejen resonar la libertad de la Montaña de Piedra de Georgia; dejen resonar la libertad desde la montaña Lookout de Tennessee; dejen resonar la libertad desde cada colina y montaña de Mississippi. “De cada lado de montaña dejen resonar la libertad.” Y cuando ésto pase y cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar de cada aldea y cada caserío, de cada estado y cada ciudad, podemos apurar el día en que todos los hijos de Dios, hombre negro y hombre blanco, Judíos y Cristianos, Protestantes y Católicos, podemos unir nuestras manos y cantar en las palabras del viejo espiritual Negro:


“Libre al Fin, Libre al Fin; Gracias Dios Omnipotente, somos libres al fin.”


Y aunque Luther King fue asesinado cinco años después, el sueño por la libertad no murió. Cuarenta y cinco años después, el sueño y la llama siguen vivos en millones de personas, y se plasman en este hombre:




Yo también tengo un sueño:

OTRO MUNDO ES POSIBLE.. (Pásalo ;) )


5 comentarios:

el Mèlich dijo...

Vales tu peso en besos, vales un corazón como el tuyo, lleno de vivas!, vales un millon de palabras sublimes, vales, mi niña, lo que no tiene precio.
Sin créditos ni TAES sin hipotecas. Con amor a la altura del EURIBOR, que, por lo que dicen, està por las nubes.
Un beso inconmensurable
Una granaina bien cantá
j. Mèlich

Anacronista dijo...

Vale, Obama es lo que muchos esperábamos; El cambio.
Para que negarlo si se elegía al "Presidente del mundo"... Hoy sólo espero que haga lo que prometío, que el sillón presidencial no lo cambie y mantenga viva la llama de la esperanza...
Que la paz llegue a reinar con nosotros...
Un beso.

Mon dijo...

Pues si, es cierto, tenemos la necesidad maxima de mejorar este mundo, necesitamos gente valida en sus altos cargos, tanto los publicos como los invisibles...

¿Quien podria perder la esperanza de realizar lo soñado?

Yo no!!!!

Muchas gracias por tu paseo por mi blog y lo que dices en el....

Besos!

Mon

Arcángel Mirón dijo...

Ojalá no defraude. Ojalá le vaya bien, a él y al mundo.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Yo también tengo ese mismo sueño, me niego a no intentar cambiar el mundo, como ya escribí. Otro mundo es posible.
Saludos y salud